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Al Vencedor: sobre Susan-Hedut: Mictam de David, para enseñar. Cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram Sobat, y volvió Joab, e hirió a Edom en el valle de las salinas, matando doce mil. Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros. Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus quiebras, porque titubea. Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de temblor. Has dado a los que te temen bandera que alcen por la verdad. (Selah.) Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.

Dios pronunció en santidad; yo me alegraré; partiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador; Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; haz júbilo por razón de mí, oh Palestina. ¿Quién me llevará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me llevará hasta Idumea? 10 Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; y tu, oh Dios, que no salías con nuestras armadas. 11 Danos socorro contra el enemigo, que vana es la salud de los hombres. 12 En Dios haremos ejército; y él hollará nuestros enemigos.