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Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme. Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca. Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)

He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma. El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad. Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno. Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El .